Las formas del estar
Cuando el afuera se clausura, las puertas se abren y la mesa se comparte. Adentro, experimentamos una resignificación en la dinámica familiar y evidenciamos el trabajo doméstico no reconocido, en su mayoría, encargado a las mujeres del hogar. El cuidado se reproduce generación tras generación y se centra en la persona más vulnerable.
Vamos descubriendo y aprendiendo sobre los que nos rodean. Las conversaciones sin sentido, los almuerzos compartidos y el acompañamiento permanente constituyen nuestras formas de estar. En tiempos de crisis, la fórmula es pisar fuerte y adaptarse al cambio.